viernes, 3 de marzo de 2017

Esta situación de estar frente a una hoja en blanco y... no saber qué escribir. Irónica, si tenemos en cuenta de que llegué a estas circunstancias por tener demasiado que desahogar. A mi me alcanza con agarrar esta hoja para tener todo claro. Es más, ni siquiera necesito empezar a escribir. Miro la hoja en blanco y las ideas se acomodan solas. Y es una pena. Es una pena porque porque las parejas son par-ejas. Con que se calmen las olas de una, no alcanza para que todo este bien entre los dos -parece-.
Paso a describir lo que siento (porque esto siempre ayuda). Vamos desde lo básico: angustia.
Angustia porque cambié todo lo que estaba en mis manos y no sirvió de nada. Angustia porque se que lo que necesito me lo podés dar, pero no querés. No se te da la gana. Y la frase es perfecta. No es que no "podés", porque no podrías si no tuvieras los medios, pero los medios los tenes: un par de brazos, la voz, la capacidad de actuar, la libertad para tomar decisiones. Angustia porque anoche estábamos hablando de los mimos que quería que me hicieras hoy, y hoy estoy llorando porque veo que todo lo que proyectaba, todas las expectativas que tenía... Eran una fantasía.
Prosigamos. Bronca. De esta mucho no voy a hablar porque se ve que sólo me nace cuando tengo algo que contestarte. Cuando la quiero explicar... es como que las palabras cuando uno habla solo no satisfacen la bronca. El deseo de "destrucción", si se lo quiere llamar así... Tal vez lo retome más adelante, cuando lo sienta lo suficientemente fuerte como para describirlo, y no para inventarlo -es sabido que no me gusta mentir-.
Decepción? Mucha. Desilusión? Peor. Totalmente desilusionada. En el sentido poético y también en el sentido estricto de la palabra. "Hartazgo"? Si eso existe... La palabra correcta sería aquella que designe el sentimiento de estar "harta". Harta de qué? Harta de que me lastimes -pudiendo evitarlo-, harta de que veas cómo me estás lastimando y sigas hundiendo el puñal, harta de que veas cómo me quedo desangrando a consecuencia de tus actos y me dejes ahí... Harta de morderme las uñas y arruinarme el esmalte que me puse para verte! (Ahí está la bronca. Sabía que en algún momento iba a salir...). Harta de elegirte para estrenar un pantalón nuevo y que ni siquiera tengas intenciones de verme...
Cansancio. Y esta vez no voy a explicarlo porque incluso me cansé de escribir...